El Balanced Scorecard, o Cuadro de Mando Integral, introducido en 1992 de la mano de Robert Kaplan y David Norton, es una importante herramienta en la gerencia estratégica actual. Al dividir los objetivos de la empresa en varios indicadores resulta más sencillo atacar cualquier situación adversa de manera eficaz y permite, además, hacer seguimiento de forma más sencilla a los planes de la organización.
Por otra parte, el Balanced Scorecard (BSC) permite llevar la misión y visión de la entidad a la realidad, sacándola del papel y convirtiéndolas en hechos tangibles a través de la acción.
Cabe preguntarse, entonces, si una herramienta tan poderosa e implementada en organizaciones de todo el mundo podría ser útil aplicada en la gestión política en cualquier escala.
En palabras de Luis Fernández Aguilar, profesor del PEE Integrando OKR, BSC y Scrum de ESAN y fundador de Metodologías + Soluciones, "definitivamente, el Balanced Scorecard al igual que los OKRs y Scrum son herramientas para "hacer que las cosas sucedan", lo cual es un modo de entender el concepto de gestión" y la política, como sabemos, se trata de gestionar.
Es por esta razón que utilizar el BSC en la política, ya sea a nivel distrital o departamental, e incluso desde los diferentes Ministerios para administrar sus planteamientos bajo una estrategia adecuada, parece ser un camino más que viable para la mejora de la administración pública.
El Balanced Scorecard insta a segmentar el desempeño de la empresa en cuatro grandes áreas, cada una con sus propios indicadores, para facilitar su integración y el enlace entre los objetivos específicos en pro de alcanzar los objetivos generales.
Trasladar esta estructura a la gestión política puede tomar más tiempo que si se aplicase en una institución, pero no debemos olvidar que es así por la magnitud de la situación y la cantidad de factores que entran en juego.
Sin embargo, la transición al modelo del BSC trae consigo más beneficios que contratiempos. En primera instancia, facilitará la transparencia en la gestión, un factor que resulta clave al tener en cuenta que la política debe ser lo más transparente posible con los ciudadanos a los que sirve.
Luego, esta misma transparencia fomentará una relación más directa y de confianza entre las partes involucradas, a saber, los ciudadanos y sus representantes electos. Un vínculo sano entre ambos resulta vital para que una gestión sea tomada por exitosa.
Por otra parte, el uso del Cuadro de Mando Integral permite que la institución pueda tomar acciones internas cuando algunos de sus indicadores principales parecen perder su rumbo inicial. Más importante aún: estas reacciones serán rápidas y sus efectos podrán percibirse de manera casi inmediata.
En definitiva, la integración del Balanced Scorecard a la gestión política es una posibilidad muy real y que, efectivamente, permitiría un desarrollo sostenido de una buena gestión en el tiempo. Además, su implementación no tendría que sufrir cambios bruscos con cada cambio de escenario político, puesto que se iniciaría por añadir nuevos objetivos que expandan los ya existentes.
Fuentes:
El Balanced Scorecard y sus cuatro grupos de indicadores
¿Qué es el Balanced Scorecard y para qué sirve?
Portal de negocios de ESAN Graduate School of Business. Desde el 2010 difunde contenido de libre acceso (artículos, infografías, podcast, videos y más) elaborado por los más destacados especialistas. Encuentra contenido en más de 15 áreas y sectores como Administración, B2B, Derecho Corporativo, Finanzas, Gestión de Proyectos, Gestión de Personas, Gestión Pública, Logística, Marketing, Minería, TI y más. ¡Conéctate con los expertos de ESAN y aumenta tu conocimiento en los negocios!
Mario Miguel Vergara, profesor de los Programas en Finanzas de ESAN, señaló que la minería, motor de las exportaciones peruanas, debe combinar crecimiento económico con responsabilidad social, aplicando tecnologías limpias, proyectos ambientales y programas de desarrollo local. En entrevista en TV Mundo de Arequipa, explicó cómo se podría lograr ello.
Otto Regalado, docente del MBA y jefe del área académica de Marketing de ESAN, cuestionó en Gestión la escasa atención al turismo en el último mensaje presidencial de Fiestas Patrias y pidió asumirlo como eje de desarrollo nacional, con mejor gobernanza, gestión técnica de atractivos, participación comunitaria y seguridad. Advirtió que relegarlo implica perder un motor clave de inclusión, sostenibilidad y orgullo del país.
Marco Vinelli, director de ESAN School of Government, resaltó en Stakeholders que el Perú necesita gestores públicos capacitados para diseñar y ejecutar políticas efectivas que mejoren los servicios a la ciudadanía. En esta línea, destacó que ESAN School of Government ofrece maestrías, diplomados y cursos orientados a fortalecer el sentido de urgencia, la ética y el conocimiento de la realidad nacional en la toma de decisiones.